http://revistaescola.abril.com.br/formacao/vez-formar-atletas-analisar-cultura-corporal-487620.shtml
MARCOS GARCIA NEIRA “Las clases de deportes, juegos, luchas y danzas no se agotan en la práctica. Es preciso reflexionar sobre esas manifestaciones para entenderlas de hecho”
De todas
las disciplinas de la Enseñanza Básica, probablemente la Educación Física es la
que ha sufrido transformaciones más profundas en los últimos tiempos. Cambios
pedagógicos y en la legislación hicieron con que hasta su misión fuese
cuestionada. Si hasta la década de 1980 el compromiso del área incluía la
revelación de deportistas y el mejoramiento de la performance física y motora
de los alumnos (hacerlos correr más rápido, realizar más abdominales,
desarrollar lanzamientos y cortadas potentes), hoy el énfasis recae en la
reflexión sobre las producciones humanas que involucran el movimiento. Se antes
el currículo privilegiaba los deportes, hoy el abanico se abre hacia una
infinidad de manifestaciones, de la danza a la lucha, de los juegos
tradicionales a los deportes radicales. Ecos de la perspectiva cultural, que
domina las investigaciones y gana cada vez más espacio en las escuelas.
Considerado
uno de los principales investigadores de esa tendencia, el profesor Marcos
Garcia Neira, de la Universidad de Sao Paulo (USP), defiende que la principal
función de la Educación Física escolar es analizar la diversidad de las prácticas
corporales de la sociedad – aun considerando las más polémicas, como danzas del
tipo funk y axé. Amparado por 17 años de docencia en la Educación Básica y
Media y por la participación en la elaboración de los Parámetros Curriculares
Nacionales para la Enseñanza Media y de las Orientaciones Curriculares del
municipio de Sao Paulo, Neira discute ese asunto provocador y evalúa los
principales desafíos de la disciplina.
¿Por qué la Educación
Física cambió tanto en los últimos años?
MARCOS GARCIA NEIRA fue un cambio que acompañó una
serie de otras transformaciones. En la sociedad, grupos que no tenían su voz
escuchada ganaron espacio, lo que impactó el currículo. La escuela antes
preocupada apenas por el conocimiento académico o la inserción en el mercado,
pasó a buscar la participación del alumno en todos los sectores de la vida
social, lo que transformó los objetivos del área. Y la propia legislación, que
desde la década de 1970 apuntaba un compromiso con el mejoramiento de la
performance fisica y el descubrimiento de talentos deportivos, fue sustituida
en 1996 por la Ley de Directrices de Bases de la Educación Nacional, que
propone que la Educación Física sea parte integrante de la propuesta pedagógica
de la escuela.
¿En la práctica, cuáles
fueron las principales transformaciones?
NEIRA: Acredito que la Educación Física pasó a ser reconocida como un
componente importante para la formación de los alumnos. Antes, eran comunes las
clases fuera del periodo regular, las justificaciones por motivos médicos o la
sustitución por actividades poco relacionadas con el área, como consejos de
curso, por ejemplo. Todo eso colaboró para construir, en la cabeza de los
alumnos y profesores, la representación de una disciplina ajena al proyecto
escolar, que servía apenas como recreación o pasatiempo y no tenía ningún
objetivo pedagógico. Hoy, esa concepción ya no es dominante.
¿Cuál es el objetivo de la
Educación Física escolar hoy?
NEIRA: Es el mismo objetivo de la
escuela: colaborar en la formación de las personas para que ellas puedan leer
críticamente la sociedad y participar de ella actuando para mejorarla. Dentro
de esa misión, cada disciplina estudia y profundiza una pequeña parte de la
cultura. Lo que la Educación Física analiza es el llamado patrimonio corporal.
Nuestro papel es investigar como los grupos sociales se expresan por los
movimientos, creando deportes, juegos, luchas, gimnasias, jugarretas y danzas,
entender las condiciones que inspiraron esas creaciones y experimentarlas.
Reflexionando sobre cuáles alternativas y alteraciones son necesarias para
vivenciarlas en el espacio escolar.
¿Cómo debe ser una clase
ideal?
NEIRA: Ciertamente no debe ser del tipo “vamos a la
cancha, corre, corre, corre, suda, suda, suda y vuelta para la sala”. La Educación
Física propuesta en la escuela no puede ser la misma que se propone en otros
espacios. Si es solo para que el alumno se divierta, existen otros lugares para
eso – gimnasios públicos y centros comunitarios, por ejemplo. Si es solamente
para aprender modalidades deportivas, mejor buscar un club o una academia. La
escuela no sirve para formar atletas, pero si para reflexionar y entender las
manifestaciones culturales que involucran el movimiento.
Un ejemplo concreto: ¿Cómo
abordar el futbol en esa perspectiva?
NEIRA: El trabajo puede comenzar con un grupo-curso
experimentando jugar futbol, pero no puede ser solo eso. La vivencia de
cualquier modalidad en la escuela exige reflexión y adaptación. Proponiendo una
investigación, es posible llevar a los alumnos a conocer otros tipos de futbol
– de campo, de calle, de arena, femenino – conocer quien practica deporte hoy,
como se jugó en el pasado y como se puede jugar en la escuela. Es importante
que ellos sepan, por ejemplo, que el deporte ya fue practicado sin árbitro, que
no se usaban números en la camiseta y que el penal era cobrado de otra manera.
Basándose en esas informaciones, vuelven a la práctica atentos a nuevas
consideraciones: ¿es necesario arbitrar los juegos? ¿Cómo hacer para que niños
y niñas participen simultáneamente? ¿Y los niños con necesidades educativas
especiales?
A pesar de que la disciplina se volvió más reflexiva, ¿las
actividades prácticas continúan siendo importantes?
NEIRA: Por supuesto. La vivencia sigue siendo
fundamental porque es solamente por medio de ella que el grupo-curso siente la
necesidad de hacer adaptaciones, algo presente en todas las modalidades.
Finalmente, ellas se transforman conforme “conversan” con la sociedad. El
voleibol, por ejemplo, cambió su sistema de puntuación principalmente para
adaptarse a las transmisiones de la TV. Esa lógica vale para todas las
manifestaciones corporales, incluso las más lúdicas. Cuando alguien juega al
pillado en la calle, juega de cierta manera. Cuando se realiza el mismo juego
con 35 niños en la escuela, se necesita adaptar la actividad para que esta
funcione.
¿Campeonatos y festivales
deportivos, continúan teniendo espacio?
NEIRA: Particularmente, acredito que organizar una
selección de 6 a 12 alumnos y dejar 300 sin clases para disputar una
competición es fabricar adversarios. No podemos partir del presupuesto de que
un pequeño grupo va a ser privilegiado y participar de la actividad mientras la
mayoría se queda en la barra o ni siquiera eso. Ahora. Si los educadores
consideran la competición algo importante, es posible, si se organizan eventos
desde una perspectiva diferente. Sugiero, por ejemplo, ponerse de acuerdo en
llevar al 5° Básico para jugar con una escuela cercana, negociar reglas. Hacer que
todos participen de la experiencia y realizar una evaluación conjunta después,
discutiendo que piensan los niños y niñas de tal actividad y como mejorarla
para una próxima oportunidad.
¿Cómo lidiar con niños que demuestran especial habilidad en
alguna modalidad deportiva?
NEIRA: Debemos estimularlo a continuar. Entretanto,
el lugar para continuar desarrollando su habilidad no puede ser la escuela,
pero si instituciones especializadas en la práctica deportiva. La escuela tiene
como función ayudar a comprender y el mundo y su cultura. No hay como
desarrollar un proyecto deportivo si lo que se pretende es considerar a todos
los alumnos.
Algunos países, como Estados Unidos e Inglaterra, usan las
escuelas como base para revelar atletas. ¿Eso puede ser una alternativa para
Brasil?
NEIRA: El incentivo al deporte objetivando la
participación en eventos internacionales ya fue la política oficial de la
Educación Física en nuestro país en la década de 1970. No funcionó. Aun cuando
algunas naciones vean en la disciplina una forma de mejorar el desarrollo motor
y físico, ese enfoque competitivo y las actividades de entrenamiento suelen
sucedes en espacios extraescolares.
¿Cómo saber cuáles deportes, juegos, luchas, danzas debe formar
parte del currículo?
NEIRA: El punto de partida es siempre el
diagnostico oficial. Lo interesante es que ese mapeamento del patrimonio
cultural del curso – las prácticas ligadas al movimiento que los alumnos
conocen o realizan – revela una realidad más diversa de lo que imaginamos. Los
niños juegan a las escondidas, conoce el skate por la tv, tiene algún pariente
que practica yoga y conoce juegos que sus abuelos le cuentan. Es posible hacer
aun otros mapeamentos. El profesor puede pasear por la villa o barrio
observando manifestaciones corporales y equipamientos deportivos. ¿Existen
gimnasios o lugares donde las personas trotan por ejemplo?
Sin embargo es necesario escoger algunas prácticas en medio de
tanta diversidad ¿Cómo hacer eso?
NEIRA: Antes de todo, es fundamental tener en mente
las finalidades del proyecto pedagógico de la escuela – debemos recordar que la
Educación Física no puede ser una práctica alienada. Además de eso, la
perspectiva cultural de la disciplina considera cuatro principios importantes
en la definición del currículo. El primero es que la matriz de contenidos debe
dialogar con todos los grupos que componen la sociedad – y trabajar solo con
deportes modernos contradice ese principio. El segundo es la noción de que el
alumno necesita observar en la sociedad las manifestaciones que está
estudiando. El tercero es entender y respetar las posibilidades de cada
estudiante, evitando, por ejemplo, las evaluaciones por rendimiento técnico,
físico o deportivo. Y el cuatro es que el profesor debe repensar constantemente
la propia identidad cultural para perfeccionar el currículo.
¿Cuál debe ser la postura de la escuela cuando la cultura
corporal de los alumnos incluye danzas como el funk o el axé?
NEIRA: No debemos cerrar los ojos frente a esas
manifestaciones, pues pueden ser danzas que los estudiantes cultivan fuera de
la escuela. Eso no significa quedarnos solo con lo que ellos conocen. Si el
profesor solo objetiva los aspectos superficiales del funk o del axé, ensayando
coreografías, por ejemplo, no estará cumpliendo su papel. Por otro lado, un
trabajo crítico ayuda a los niños a analizar e interpretar lo que son esas
danzas, contribuyendo para que ellos conozcan la propia identidad cultural y
entiendan quienes son. La llamada cultura de llegada de los estudiantes es un
buen punto de partida para un trabajo en direcciona una cultura más amplia. La
escuela debe hacer siempre ese puente entre el repertorio conocido y el
desconocido.
¿Cómo es funciona en la
práctica?
NEIRA: Es necesario transformar el conocimiento de
los alumnos en objeto de análisis e investigación pedagógica. Considero valido,
por ejemplo, un proyecto que aborde el funk y el axé en el contexto de otras
danzas contemporáneas, estudiando las letras, entendiendo lo que está embutido
en ellas, las practicas interesantes o desinteresantes que acompañan esas
manifestaciones. En seguida, es posible convidar bailarines o traer videos para
presentar otras danzas, ampliando el repertorio del curso. Es un trabajo
multicultural porque considera diversos tipos de práctica corporal, sin embargo
es un multiculturalismo crítico porque cuestiona y analiza cada una de ellas.
¿Cómo desarrollar el
sentido crítico?
NEIRA: Comparando, indagando y profundizando
contenidos para que el curso reflexione. Después de saltar cuerda, piense en las
canciones que acompañan algunos saltos o rondas. Durante el estudio de los
ejercicios físicos, reflexione por qué los gimnasios se transformaron en una
especie de espacio sagrado de la salud si las cualidades físicas alcanzadas
ahí, también se pueden alcanzar gratis en los parques y al aire libre.
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CONTACTO
Marcos Garcia Neira
Marcos Garcia Neira
BIBLIOGRAFIA
Cultura Corporal: Diálogos entre Educação Física e Lazer, Marcos Garcia Neira e Ricardo Ricci Uvinha, 88 págs., Ed. Vozes, tel. (24) 2233-9000, 14,80 reais
Ensino de Educação Física, Marcos Garcia Neira, 232 págs., Ed. Thomson Learning, tel. (11) 3665-9900, 39,90 reais
Pedagogia da Cultura Corporal: Crítica e Alternativa, Marcos Garcia Neira e Mario Luiz Ferrari Nunes, 296 págs., Ed. Phorte, tel. (11) 3141-1033, 29 reais
INTERNET
Artigos e relatos de experiência sobre Educação Física escolar
Cultura Corporal: Diálogos entre Educação Física e Lazer, Marcos Garcia Neira e Ricardo Ricci Uvinha, 88 págs., Ed. Vozes, tel. (24) 2233-9000, 14,80 reais
Ensino de Educação Física, Marcos Garcia Neira, 232 págs., Ed. Thomson Learning, tel. (11) 3665-9900, 39,90 reais
Pedagogia da Cultura Corporal: Crítica e Alternativa, Marcos Garcia Neira e Mario Luiz Ferrari Nunes, 296 págs., Ed. Phorte, tel. (11) 3141-1033, 29 reais
INTERNET
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