Buscar este blog

19 octubre 2011

El Amor de un padre

Escuela de Buli

entra a mi noticias

Formación Humana y Educación Física

Formacion Humana y Educacion Fisica

Analisis Historico-critico de la Educación Física

SOBRE EL CONCEPTO EDUCACIÓN FÍSICA
Lo que tradicionalmente se dice de la historia de la Educación Física, es que nace con los griegos, con Platón, pero no es así. En la Grecia antigua se practicaba la gimnástica. Según el Manifiesto Mundial de Educación Física 2000 (FIEP), el término “Educación Física” fue utilizado por primera vez en Francia, por J.Ballexserd (1762) y en Inglaterra (1893) por John Locke. Esto significa que la Educación Física nace en medio (o producto de) del iluminismo, con el predominio de la razón. El Racionalismo defiende el dualismo Alma y Cuerpo. Para estas dos entidades se diseñan dos vías de educación. La educación intelectual y la educación física. Esta división cartesiana del ser humano, ha acarreado hasta los días de hoy que la Educación Física se preocupe “más del cuerpo” que del espíritu, como si tal separación fuese posible. Los niños y niños son evaluados de acuerdo a su rendimiento corporal importando poco como su desarrollo social y espiritual. Por otra parte, esta visión implicó darle a todo lo que significaba un trabajo físico el carácter de trabajo de segunda clase, de menor grado, que se arrastra hasta nuestros días, basta observar el campo de la educación escolar donde todo aquello que no es trabajo intelectual puede esperar o ser reducido a la mínima expresión. Para la mayoría de las escuelas y liceos la “calidad de la educación” se mide por el SIMCE y los resultados en la PSU.
¿Y si midiéramos por el grado de realización, de felicidad?
Todo esto hace parecer como si existiera un tiempo para la educación intelectual y otro para la corporal. En la práctica eso es imposible. Nadie puede desprenderse de sus sentimientos y emociones cuando participa de cualquier actividad humana. Por lo tanto el énfasis pedagógico debe centrarse en aquello que permita un desarrollo equilibrado entre las múltiples dimensiones de la existencia humana. Pero no estimulando estas por separado, sino en una dinámica relacional que establezca una conexión entre tales dimensiones y que al momento de evaluar no se prefiera una en desmedro de otra.